Latinoamérica

• En los 90’s, LIMPAL (WILPF) vivió un rápido crecimiento en América Latina. En ese contexto, se promovió el Tratado de las Mujeres por la Justicia y la Paz en las Américas, con el objetivo de fortalecer la solidaridad y la acción entre mujeres del Norte y del Sur.
• En 1992, LIMPAL (WILPF) publicó los Recursos Anti-Colón, en solidaridad con los pueblos indígenas de América.
• En 2011 se designa por primera vez a una presidenta para América Latina, en Costa Rica, y por primera vez 2014, se llevaron a cabo reuniones entre las secciones del continente americano, que incluyeron a Canadá, EE. UU., México, Costa Rica, Colombia y Bolivia, con el fin de constituir el grupo LIMPAL Américas.
• Actualmente se cuenta con una dupla de representación regional en la Junta Internacional de WILPF

Colombia

En 1998, en medio de un contexto de violencia extrema, Adriana González y Amparo Guerrero fundaron LIMPAL. Según cifras del CODHES había alrededor de 3 millones de personas víctimas de desplazamiento forzado producto del conflicto armado, de las cuales el 50% eran mujeres*. En ese mismo año, estas dos mujeres trabajaron en la creación de los estatutos y la personería jurídica de la organización, que en sus inicios se centró en tres objetivos clave:

1. Reconstruir los lazos de solidaridad fragmentados por la guerra.
2. Fortalecer los procesos de empoderamiento y exigibilidad de derechos.
3. Apoyar proyectos de economía popular que fortalezcan a las organizaciones comunitarias, mercados alternativos y redes de comercio justo, reconociendo que las mujeres y niñas de las zonas rurales, en su mayoría racializadas como indígenas y afrodescendientes, eran las más vulnerables.

*Munoz, M. ; Gonzales, A. Mujeres en situación de desplazamiento una mirada a las políticas públicas: Mujer y DDHH: Condición necesaria para la reconstrucción social., Bogotá, 2004, pág 5. (Extraído de 100 años de LIMPAL: El poder de las mujeres construyendo Paz)

Con la llegada de Katherine Ronderos en el 2006 a la dirección, inició un proceso de consolidación de trabajo territorial y fortalecimiento de la participación en las redes de nivel nacional y principalmente en los departamentos de Meta y Bolívar.

En 2003, se logró establecer una casa en Bogotá, en el barrio Teusaquillo. En los años siguientes, realizaron talleres de empoderamiento político, feminista y productividad económica. Sin embargo, la llegada de tantas mujeres desde sus territorios —esperando pasar desapercibidas en la gran ciudad— generó un efecto contrario: muchas fueron desplazadas de sus comunidades a otras regiones del país o, incluso, internamente dentro de Bogotá.

En 2004, LIMPAL inició trabajos en el departamento del Meta, concentrándose en los barrios de Villavicencio con población desplazada. Allí se desarrolló el proyecto “Un techo para mi lecho”, que brindaba herramientas políticas y legales para exigir a las autoridades el cumplimiento de la normatividad sobre vivienda para la población desplazada.

Bajo la dirección de Diana Salcedo López, LIMPAL ha fortalecido su papel en la Cumbre Nacional de Mujeres y Paz desde el año 2013. En este camino, la organización impulsó una cultura administrativa interna que dio origen a una práctica de Monitoreo, Evaluación y Aprendizaje con enfoque feminista, consolidando procesos más participativos y coherentes con sus principios.

Al mismo tiempo, abrió nuevos horizontes políticos al reconocer el cuidado colectivo, interno y externo, como un derecho humano y un paradigma esencial para la paz, la igualdad y el desarrollo sostenible. Desde allí también se avanzó en la construcción de una mirada de la seguridad en clave feminista, pasos fundamentales que permitieron el inicio de procesos con las mujeres firmantes de paz y la amplificación de nuestra voz en redes de incidencia nacional e internacional, donde nuestras apuestas feministas y pacifistas se han posicionado con mayor fuerza.

En el año 2022, LIMPAL ganó el premio Diakonia en la categoría 2b «experiencia o proceso colectivo del año», en el nivel ong, colectivo y ong acompañantes por promover la implementación de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y la Agenda de “Mujer, Paz y Seguridad” en Colombia. Fue reconocida por su apuesta por el desarme, la reintegración, la reconciliación desde una perspectiva feminista-pacifista y el fortalecimiento de las organizaciones a nivel local; así como por la incidencia en la implementación del Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto entre el Estado colombiano y la extinta guerrilla de las FARC.*

*Diakonia, Cuatro historias de Valentía: ganadores del Premio Nacional de DDHH en Colombia 2022.